Era santafesino pero su rostro y su palabra lo hicieron tucumano. Durante muchos años, las transmisiones de aire de los canales locales terminaron con el micro Pausa en Familia... De ahí el dolor que se vivió en muchos hogares de la provincia cuando se supo que, a los 80 años, en la madrugada de ayer, el sacerdote franciscano José Ceschi había fallecido en Rosario.
Allí se encontraba internado desde hacía algunos meses, pues no se había recuperado de un ataque convulsivo sufrido hacia fines de agosto. Había cumplido 57 años como sacerdote en julio. La información de su deceso fue dada a conocer en la cuenta de Facebook de la parroquia Francisco Solano, de Rosario, e inmediatamente comenzaron las reacciones de pesar y tristeza.
Biografía
Ceschi había nacido el 9 de enero de 1941 en La Penca, provincia de Santa Fe; era uno de 12 hermanos. Hizo parte de su primaria y de su secundario en el colegio de San Lorenzo, y a los 16 años entró al noviciado; a los 21 hizo la profesión perpetua de sus votos, y a los 23, en 1964, fue ordenado sacerdote en Rosario. De alguna manera seguía un camino familiar: dos de sus hermanas y tres tías habían elegido los hábitos religiosos.
Una vez ordenado, enseñó dos años Teología en el seminario de San Lorenzo; estuvo luego cinco años en Roma, para realizar el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Antonium. Además estudió idiomas en Francia e Inglaterra. Desde allá comenzó a ser corresponsal de diarios rosarinos y de revistas nacionales.
De regreso en el país, estuvo cinco años en Buenos Aires, tres de los cuales los pasó en una pequeña comunidad de Belgrano. Enseñaba Teología en la Universidad del Salvador. Luego se radicó en Rosario, y después de un tiempo fue a Corrientes, donde permaneció nueve años. Allí empezó a escribir para los diarios locales. El periodismo fue su pasión. De hecho realizó cursos a distancia en Argentina y presenciales en Europa.
En junio de 2017 comenzó su declive: sufrió un primer ACV en Santiago del Estero y fue trasladado en avión sanitario a la ciudad de Rosario, donde estuvo bajo cuidado y atención permanente. Ayer partió a la casa del Padre Celestial.